domingo, 9 de abril de 2017

Tú, yo y el Apocalipsis

Mira que me habían avisado, no puedo decir que no supiera que iba a ser un “rollo” de una temporada, pero aun así me lancé y...ahora no puedo olvidarla. La primera vez que supe de su existencia fue en una de esas listas que adoro, tipo: “Diez series infravaloradas que deberías ver”.  Les hice caso y nada, aquí estoy, recomendándola a pesar del vacío que ha dejado en mi interior.



La culpable de mi dolor es una serie cómica sobre los últimos días de la humanidad. Sí, hay lugar para el humor durante el Apocalipsis. El planteamiento es muy sencillo: cuando salta la noticia de que un cometa colisionará inevitablemente contra la Tierra en 34 días, se inicia una alocada sucesión de acontecimientos marcados por la fatal cuenta atrás de nuestro planeta. La trama se centra en un ecléctico grupo de personajes aparentemente inconexos, que se enfrentan al inminente fin del mundo cada uno a su manera. El caos, la esperanza y la voluntad de realizar deseos ocultos marcarán los últimos días de la humanidad y de nuestros anómalos protagonistas.





Tenemos a un sacerdote cínico y deslenguado (un Rob Lowe al que ya le tenía cariñito por Parks and Recreation y al que ahora no puedo más que adorar), que trabaja desenmascarando a falsos mesías como abogado del diablo junto a su nueva y tímida ayudante, una monja que curiosamente como más guapa está es con el hábito y la toca. También conoceremos a una bibliotecaria encerrada en prisión por un crimen que no cometió, que se encuentra involuntariamente bajo la protección de una neonazi loca (válgame la redundancia); a un aburrido empleado de banca traumatizado por la desaparición de su esposa; a unos militares que intentan evitar la colisión del cometa y un largo pero interesante ETC. Como podemos ver en la intro de la serie, algunos de ellos estarán destinados a encontrarse en un búnker en Slough (Inglaterra) y convertirse en el improbable futuro de la humanidad. Cojonudo.


Se trata de una producción de 2015 de la cadena inglesa Sky coproducida por la americana NBC, y de hecho la trama se desarrolla entre Gran Bretaña y Estados Unidos. La fusión funciona, aunque el tono dramático-humorístico que la hace tan especial es sin duda 100% british. Visualmente resulta muy atractiva, y la trama es sorprendente, divertida y original. ¿Lo único malo? Que consta, como yo ya sabía antes de engancharme a ella, de una sola temporada de diez capítulos. He leído que al tratar sobre el fin del mundo era lógico que su duración estuviera limitada, blabla, blibli, pero cuando anoche vi el último capítulo, no sólo cogí traumita sino que me quedé con un montón de dudas que una desesperada búsqueda por internet no logró quitarme de encima. Hacía mucho tiempo que el final de una serie no me dejaba con esta sensación de: “¡Quiero más, cabr*nes!”. Así que la única esperanza que me queda es recomendárosla para tener a alguien más  con quien comentarla y elaborar teorías y oye, quién sabe, igual si nos juntamos muchos fanses y nos ponemos pesados va y hacen otra temporada, ¿no? ;)


Calificación en IMDb: 7’8
Mi calificación: 9’2