lunes, 30 de junio de 2014

The Blacklist

La venganza es el motor de las vidas de la mayoría de protagonistas de series o películas dramáticas/policiacas desde que el cine es cine y la tele es tele. En este caso concreto, se nos presentan múltiples capas de engaños y rompecabezas, de pequeñas venganzas que cubren una aun mayor. Y al final te lías.


Raymond "Red" Reddington, un antiguo agente del gobierno convertido en uno de los criminales más buscados de Estados Unidos, ha estado eludiendo a la justicia durante décadas.  Repentinamente se entrega al FBI con una enigmática oferta: ofrecer una lista negra de peligrosos criminales a los que puede ayudar a atrapar a condición de que la agente Elisabeth Keen sea su enlace con la agencia.  


Este intermediario de negocios turbios, el señor que se ha comido a James Spader (el pringadillo de Stargate) y le ha dotado de carisma, parece ser inmune a todo y conocer absolutamente a todo aquel de cierta importancia en la escena criminal mundial. El FBI es para él un mero instrumento para quitarse de en medio antiguos enemigos con un mínimo esfuerzo, y al mismo tiempo para acercarse a la agente Keen, con la que en principio no guarda ninguna relación.

Al final el efecto que se consigue es una especie de sucesión de malos de usar y tirar, una larga lista de criminales con variados acentos eslavos que sirven como excusa para ir profundizando en la extraña relación entre Reddington y Keen, prácticamente ignorando la historia del resto de personajes que les rodean.


La primera temporada ha obtenido un 8’2 en IMDb y, aunque resulta entretenida, he de decir que sus 22 capítulos de 42 minutos cada uno me han parecido excesivos para el desarrollo de la trama; de modo que cuando vi el capítulo 10 y se produjo el parón de navidad tardé bastantes meses en enterarme de que ése no había sido el final de temporada. Sin embargo parece que no piensan deshacerse de esta fórmula, y la segunda temporada será igual de larga, estrenándose el 22 de septiembre y acabando (si crítica y público quieren) a mediados de 2015. Tela, de aquí a allá igual hasta he conseguido trabajo XD

jueves, 26 de junio de 2014

Surviving Jack

En verano cambian nuestros hábitos televisivos y con ellos baja el listón de las series. Las cadenas no se arriesgan y lanzan productos “del montón”, para pasar el rato sin pena ni gloria. Es el momento de los guilty-pleasures, de los rollos de verano, de los pasatiempos vacíos de significado.

Dentro de ese grupo de rolletes sin importancia os recomiendo esta serie que sólo ha sido emitida de marzo a mayo, dejándonos 7 episodios de 20 minutos que se pueden ver perfectamente del tirón, como quien come pipas. Fox decidió cancelarla en primavera para dejar paso a otras novedades en la parrilla, a pesar de tener a la crítica de su parte (en IMDb le dieron un 8’6).


El susodicho Jack es un oncólogo, ex-militar y padre de dos adolescentes: un pringadete y una chica popular. Cuando su mujer decide volver a la escuela de leyes le tocará ejercer de padre a tiempo completo, empleando métodos educativos muy poco ortodoxos.


Se trata de una comedia fácil y entrañable ambientada en la California de los 90, que usa todo el potencial para la humillación que supone la época de la adolescencia. Esto se notará sobre todo en las aventuras del hijo pringado y sus dos amigos: un sudamericano y un inadaptado con problemas de ira, a los que Jack manejará con su personal estilo.


El padre me recuerda mucho a un amigo mío (los que le conocéis lo sabréis enseguida), no sólo físicamente sino también por lo insensible que aparenta ser. Totalmente enamorado de su esposa, digamos que los hijos son un daño colateral para estar con ella. Pero al final se le coge cariño a este tipo duro.

Dejad que la familia Dunlevy os entretenga un poco este verano. No os dolerá y estoy segura de que logrará sacaros más de una sonrisa, como ese guiri con el que os liasteis el verano de vuestros 15 años y del que ya ni siquiera recordáis el nombre ;)


miércoles, 25 de junio de 2014

Fargo

La temporada veraniega ya está aquí y con ella se van cerrando casi todas las series que nos han acompañado durante el invierno. La semana pasada le llegó el turno a esta adaptación libre de la película del mismo nombre que rodaron los hermanos Coen en 1996. Ya hace 20 años, esta historia policiaca llena de humor negro llamó la atención de crítica y público, ganando dos Oscar: al mejor guión original y a la mejor actriz principal para Frances McDormand. Esta revisitación de la historia corre a cargo de un director distinto, pero bajo la producción ejecutiva de los Coen. Y por si os lo estabais preguntando: sí, ha valido la pena revivirla.


La serie toma como eje principal la trama de la película y la adorna con personajes y situaciones nuevas, pero consigue no perder el tono irónico y en ocasiones absurdo marca de la casa Coen. Pocas ficciones logran un sobresaliente en IMDb, y ésta tiene un merecidísimo 9’2. Aunque, si hacemos caso a lo que se nos dice al comienzo de cada capítulo, no se trata de una ficción sino que se basa en unos hechos reales acontecidos en Minnesota en 2006 (algo curioso dado que la peli es de 10 años antes).


Los hechos comienzan cuando un asesino a sueldo llega a un pequeño pueblo de Minnesota y coincide en el hospital con un tranquilo vendedor de seguros, poniendo su vida patas arriba. Su encuentro desencadenará una espiral de violencia que distorsionará la tranquilidad habitual de este pueblo apartado y cubierto por la nieve.


La mayor parte del éxito de esta producción reside en su estupendo guión y en su magnífico elenco. Tenemos a Martin (Bilbo) Freeman como el apocado y ninguneado vendedor de seguros que decide dar un cambio radical a su vida por una vía nada anodina; a Allison Tolman, el descubrimiento de la temporada, una agente de policía que podría parecer torpe o frágil pero que no se rinde en su lucha por resolver un caso que le obsesiona. Y por último tenemos a un impagable Billy Bob Thornton como el malicioso asesino a sueldo al que le gusta crear pequeños malentendidos sólo para ver las reacciones de la gente. Es irónico, perverso, tranquilo y actúa en todo momento con total impunidad: lento pero seguro. Me recuerda a aquella mofeta de dibujos animados que siempre alcanzaba dando saltitos a unas pobres gatas que trataban de huir despavoridas.
                                                                                                                                                                  















Además de estos personajes principales, encontramos toda una galaxia de secundarios curiosos que resultan cómicos sin pretenderlo y que están encarnados por actores que a muchos de vosotros os sonarán. Pero no os encariñéis de nadie porque aquí se muere hasta el apuntador, avisados quedáis.



Y nada, ahora que ya os he recomendado la serie, os dejo el tráiler y me voy a ver si consigo la película, que estoy con el mono y además me apetece comparar...pero eso no es malo, ¿no?


lunes, 23 de junio de 2014

TURN

Ayer terminé de ver la primera temporada de este drama histórico que de momento ha pasado bastante desapercibido. La verdad es que al principio era un poco escéptica, porque no me apetecía otra historia de patriotismo made in USA, pero tras un par de capítulos me llevé una agradable sorpresa. Su trama basada en los comienzos de las primeras redes de espionaje me parece muy original, la ambientación está muy cuidada y hay unos cuantos personajes carismáticos (aunque entre ellos, en mi opinión, no se encuentre el protagonista).


La serie se basa en la novela de Alexander Rose de 2007 “Los espías de Washington: la historia del primer círculo de espías de América”. El primer episodio comienza en otoño de 1776, justo después de que la Armada británica haya  recapturado Long Island, Staten Island y Nueva York, forzando a los rebeldes del general Washington a retirarse. En esta fase de la Guerra de la Independencia Americana, un grupo de amigos de la infancia del pequeño pueblo de Setauket comienza una red amateur de espionaje, que con el tiempo logrará cambiar el curso de la guerra.


Parte del interés de esta producción (que ha recibido un 8’2 en IMDb) es que nos introduce en un capítulo relativamente poco explorado de la historia militar de EEUU. Además, se indaga en los rudimentarios inicios del espionaje y del cifrado y transmisión de mensajes en clave. Está muy bien hecha, con cierto tratamiento cinematográfico de la imagen, pero la verdad es que en algunos momentos carece de intensidad o pasión.


Encontramos el clásico triángulo amoroso, así como al secundario graciosete y al malo malísimo al que se le va la olla. A pesar de contar la historia desde la perspectiva americana, yo he logrado simpatizar con alguno de los oficiales británicos, que intentan mantenerse civilizados enmedio del conflicto bélico. No me ha pasado lo mismo con el protagonista, un  Jaime Bell (Billy Elliot ha crecido y cambiado el baile por las coles) que en ocasiones está tan sobreactuado que me recuerda a Tom Cruise.


De momento sólo se ha rodado una temporada de 10 capítulos, cuyo final deja más tramas abiertas que cerradas, lo cual me hace pensar en una muy necesaria segunda temporada. Desde luego ver Turn no os va a cambiar la vida, pero en esta época veraniega de escasez de series puede veniros bien para matar el tiempo.


miércoles, 18 de junio de 2014

Juego de Tronos


Voy a dejar mi frappuccino de Starbucks a un lado y calarme bien mis Rayban sin cristales para escribir en mi MacBook Air Pro que: yo ya me leí los libros de Canción de Hielo y Fuego antes de que fuesen mainstream. Y me fliparon (ya se me ha pasado la mordedura de hipster).

Me fliparon mucho. Muchísimo. Mis amigos frikis llevaban años hablándome de ellos pero nunca pensé que realmente pudiera engancharme tanto a una saga de fantasía. Pero es que no es sólo fantasía. El bueno de George R. R. Martin ha creado todo un universo de inspiración medieval donde se dan todo tipo de intrigas palaciegas y donde la magia se va mezclando poco a poco con la épica.


No voy  decir que me gustan todos los tomos sin excepción (mis favoritos son el primero y el tercero), pero hay que reconocer que a pesar de los altibajos, nos encontramos ante una saga muy bien escrita e hilada, lo cual tiene mérito con la ingente cantidad de personajes que se nos presentan a lo largo de la trama. Es fácil perderse, confundir caracteres o incluso olvidar personajes. Pero da igual, todos sabemos que no puedes encariñarte de nadie porque antes o después Tito Martin se lo cargará.


Al principio me cabreaba mucho viendo la serie ¿Por qué se inventaban personajes? ¿Por qué otros no aparecían? ¿Por qué casi todas las secuencias inventadas eran de sexo, si de eso en los libros ya hay en cantidad? Pero con el tiempo comprendí que adaptar una serie tan compleja a la televisión es una ardua tarea, que la HBO estaba haciendo un increíble trabajo de producción y que lo mejor para mí y para mi úlcera era tomarme libros y serie como productos independientes pero relacionados. Y además productos de calidad: cada capítulo de la serie cuesta alrededor de 7 millones de dólares, las localizaciones han sido escogidas a lo largo y ancho del globo, tiene un 9’5 en IMDb y ya ha recibido numerosos galardones en distintas categorías.


Para no spoilear sólo os contaré que se trata de una serie de televisión de fantasía medieval, drama y aventuras cuya trama se centra en tres líneas argumentales fundamentales: las violentas luchas dinásticas entre varias familias nobles por el control del Trono de Hierro del reino de Poniente; la creciente amenaza de unas misteriosas fuerzas oscuras más allá de un inmenso muro de hielo protector; y el viaje desde las tierras salvajes del este hasta Poniente de la heredera por derecho de sangre al trono.


Conclusión: tenéis que ver la serie. Y si podéis, tenéis que leer los libros. A poder ser, leer antes de ver, porque a veces los guionistas mezclan en la trama capítulos de libros distintos y eso puede despistar mucho. Ahora mismo por ejemplo acaba de finalizar la cuarta temporada, supuestamente la segunda parte del tercer libro aunque con toques del quinto (jarl). Además es muy difícil que no te spoileen en las numerosas redes sociales; mantenerse virgen de información es complicado hoy en día y más con toda la red llena de memes y parodias como ésta (tranquilos, es spoiler free). Por eso, no voy a decir nada más sobre la historia ni sobre sus personajes. Sólo recordad que: "Winter is coming". 


martes, 17 de junio de 2014

Men at work


Dado que mis dos últimos posts iban sobre series altamente violentas, he pensado en dedicar éste a una sitcom ligera, divertida y fácil de ver. Para desintoxicar.

A Milo (el fumado de “Aquellos maravillosos 70”) le ha dejado su novia después de 10 años de relación, y trata de volver al mundo de las citas con la ayuda de sus tres amigos y compañeros de trabajo en una revista masculina: Tyler, el redactor guaperas con cara de chica; Gibbs, el fotógrafo con gran autoestima; y Neal, un friki apocado que sale con la hija del jefe.


Los capítulos son de 20 minutos, de modo que es muy fácil pegarse un atracón cualquier tarde tonta. Además, los diálogos son rápidos y divertidos, y las constantes pullas entre los protagonistas dan un aire de colegueo auténtico. Las tramas son cotidianas, y se desarrollan prácticamente en su totalidad en la oficina, en una cafetería y un pub de los que son clientes habituales y en las casas de los protagonistas.


Encontramos también algunos cameos interesantes como Ashton Kutcher, Ryan Phillippe, William Baldwin, Jason Lee (el de me llamo Earl) y un largo etc de actores de esos que te suenan cuando los ves pero de los que no sabes el nombre.

Esta comedia estadounidense con un 7’1 en IMDb, ha sido cancelada tras su tercera temporada. Toda una sorpresa para mí, que creo que aún podría sacársele jugo al devenir de las vidas de sus protagonistas, no como pasó con otras comedias alargadas al límite como “Cómo conocí a vuestra madre”. Pero eso, ya es otro post…


lunes, 16 de junio de 2014

Utopía


Hoy en día los aficionados a las series tenemos un catálogo amplísimo donde elegir, que incluye prácticamente cualquier temática o género. Pero claro, entre tanta oferta es muy difícil encontrar algo que sea realmente diferente, que se salga de lo establecido. Que te deje con el culo torcido.

Utopía sin duda se encuentra dentro de este grupo de “rarezas”, convirtiéndose en todo un fenómeno de culto freak valorado con un 8’4 en IMDb y con un 10 en los corazones de los más raritos. El éxito de esta miniserie de 6 capítulos de Channel 4 fue tal que ha sido renovada para una segunda temporada que (noticia de última hora) se estrenará este 4 de julio.

Nos encontramos ante un thriller conspirativo, lleno de violencia y de extraños contrastes. La trama, dramática y oscura, se nos presenta en pantalla con colores de lo más brillantes y alegres. La banda sonora de música electrónica acompaña escenas de masacres y acciones lentas. Todo resulta antitético y fascinante a la vez, haciendo que no puedas apartar los ojos de la pantalla ni un segundo.

Esta pesadilla del siglo XXI comienza cuando cinco desconocidos pertenecientes a un foro sobre cómics en internet deciden quedar porque uno de ellos ha encontrado el manuscrito inédito original del segundo volumen de una novela gráfica de culto: “Los experimentos de Utopía”. El autor era un maníaco-depresivo que se suicidó y, según la rumorología de internet, ocultó en su obra los secretos sobre una de las catástrofes más terribles para la humanidad.


De repente, este ecléctico grupo de nerds paranoides se verá obligado a empezar una huída sin rumbo para escapar de una misteriosa organización llamada “The Network”, que les persigue y extiende sus tentáculos a prácticamente todos los ámbitos de la política y la sociedad. Encontrar las claves ocultas en el cómic se convertirá en algo fundamental para sobrevivir.

Los protagonistas son feos, corrientes, gente de la calle y no los típicos héroes que protagonizan otras ficciones. El asesino implacable es un tío gordo y asmático. Hay sexo pero no es bonito ni perfecto. Hasta los niños (que los hay) actúan bien. Y entre todos tejen una trama cautivadora encadenando conspiraciones relacionadas con la genética, la historia mundial y la política internacional.


Os la recomiendo si os van las conspiranoias y os gusta que os sorprendan. No os la recomiendo si simplemente queréis pasar el rato sin comeros la cabeza. Y os dejo con una pregunta: Where is Jessica Hyde?

viernes, 13 de junio de 2014

Banshee


Me llama la atención que esta serie que acaba de renovar por una tercera temporada haya tenido tan poca repercusión mediática. Es prácticamente una desconocida a pesar de su 8’3 en IMDb, sus actores ya bragados en otras series de tv y su guión en ocasiones frenético e impredecible.

Está claro que no se trata de una serie para todos los públicos. Hay muchísimos momentos de violencia extrema y nada edulcorada: peleas cuerpo a cuerpo, torturas, baños de sangre y demás exquisiteces son el pan de cada capítulo, sin excepción. El sexo explícito también está presente, y mucho. Os vais a hartar de ver desnudos y prácticamente todas las posturas del kamasutra. Pero a lo mejor, como dice el genial autor de Sinopsis de cine: “Eso es lo que le da calidad a la serie”.

La trama comienza cuando un ladrón ex–convicto (Lucas Hood) sale de la cárcel tras 15 años de condena y por una serie de catastróficas desdichas (guiño, guiño) suplanta la identidad del nuevo sheriff de Banshee, donde pretende comenzar una nueva vida. Pero en este pequeño pueblo Amish de Pennsylvania nada es lo que parece y todo el mundo guarda algún secreto.


Como sheriff, Hood imparte justicia a su manera mientras se esconde de los gangsters que le persiguen e intenta recuperar a su antigua novia y compañera de delitos, Carrie/Anastasia,  que ahora ha rehecho su vida y es una respetable madre de familia. Los  continuos flashbacks nos sirven para conocer y comprender un poco mejor al protagonista, y en ellos tampoco se escatima en sexo y violencia, dándonos algunos de los momentos álgidos de la serie.

El ritmo de la acción es trepidante, no hay un momento de aburrimiento, y a falta de un malo malísimo, tenemos dos (aunque aquí nadie es 100% de los buenos, para qué engañarnos). Por un lado tenemos a Kai Proctor, un Amish renegado que ejerce de capo del pueblo desde hace años y controla todo tipo de negocios turbios en la zona. Por otro, tenemos a Rabbit, el mafioso ruso antiguo jefe de Hood, sediento de venganza.



Además nos encontramos con gran cantidad de personajes secundarios que a su vez esconden sus propios secretos: el ex-boxeador dueño del bar; la Amish rebelde (quizás algunos recordéis su culo de otras ficciones como True detective); la hija de Carrie/Anastasia (un poco Dana de Homeland); un hacker asiático travesti (enamorada de sus looks); el presidiario albino hijoputa; el jefe indio dueño del casino o el inquietante a la par que repulido esbirro de Proctor. Entre todos conforman un elenco que hace que valga la pena darle una oportunidad a esta serie. Pero repito: sólo apta para estómagos poco sensibles.



miércoles, 11 de junio de 2014

Fails (I)

Como yo os he fallado a vosotros abandonando este blog durante una semana, he estado pensando en algunas series que también me han fallado a mí. Ya os dije que empleo gran parte de mi tiempo en ver  todo tipo de tv series y, como podéis imaginar, no todas  me gustan. El método científico me ha llevado a realizar muchas pruebas y obtener bastantes errores. En esta primera entrega de lo que a mí me han parecido fails os presento dos títulos, pero os aseguro que guardo muchas más decepciones en la recámara.


DADS. Puntuación  IMDb: 5’4  
  
Sitcom (comedia de situación) de la FOX rodada con público en vivo, lo cual me llama la atención porque una de las cosas que más me molestaron fue lo enlatadas que parecían las risas. La trama comienza cuando dos amigos desarrolladores web con problemas de relación paterno-filiales, se ven obligados a convivir con sus insoportables progenitores.

Uno de los guionistas es Seth MacFarlane, creador de Padre de Familia, y se nota en el tono infantil y grosero de las bromas, que funciona mucho mejor en personajes de dibujos animados que en carne y hueso. Los gags son planos, viejos, totalmente predecibles, y los personajes no tienen gancho alguno a pesar de ser encarnados por actores con cierto bagaje como Seth Green (el hombre lobo de Buffy cazavampiros, tengo cierta debilidad por este enano pelirrojo).

Ya os digo que esto sólo es mi opinión personal, a lo mejor vosotros veis un par de capítulos y os engancháis, pero para mí no fue el caso. De hecho esta serie tiene un aprobado raspadito en IMDb, pero la siguiente obtuvo un estupendo notable...para gustos los colores.



THE RED ROAD. Puntuación IMDb: 7’2

Yo es que ví a Jason Momoa en el cartel y me lancé sin dudar. “Al menos me alegraré la vista un rato”, pensé. Pues no. O sea sí, el hombre no ha dejado de estar potente así de repente, pero a mí personalmente ni su cicatriz en la ceja ni sus torneados músculos me compensan tragarme este bodrio de serie (para eso ya tengo google imágenes).

Se nos cuenta la historia de un pueblo de Nueva York en la época actual donde se producen ciertos problemas de convivencia entre la población blanca y una tribu de nativos americanos a la que pertenece Momoa (le va el rollo étnico salvaje, ¡graurmiau!). El enfrentamiento principal se produce entre  el sheriff y este peligroso indígena, que le extorsionará para conseguir ventajas para su pueblo a cambio de no sacar a la luz un secreto familiar.

No voy a decir que actúen mal porque ese no es el problema. Tampoco lo es que la trama sea del montón, porque podría tener miga. El problema es que todo resulta leeento y correeeecto, pero para nada apasionante. Le falta emoción, crear algún tipo de vínculo con el espectador, algo, lo que sea. Menos horchata y más chocolate. Pero eso sí: mirad qué maromo, este tiarrón nunca podría ser un fail ;)




martes, 3 de junio de 2014

Black sails


Como voy a estar unos días fuera y me sabe mal dejar huérfanos a mis 4 o 5 seguidores, he decidido escribir otra entrada de esas que alegran la vista, porque ¿a quién no le gustan los piratas? Y si están buenorros mejor…

En pleno auge de la piratería, los bucaneros amenazan el comercio marítimo y por eso son considerados enemigos de la humanidad. Los protagonistas de esta historia son el capitán Flint y la tripulación de su barco, 20 años antes de lo narrado en “La isla del Tesoro” de R.L. Stevenson. De hecho todo comienza con la incorporación del oportunista John Silver (futuro Long John, que a mí personalmente me cae fatal) como cocinero del Walrus.


Una de las cosas que más me sorprendió de esta serie fue lo estricto de las leyes piratas, su organización dentro del supuesto caos que atribuía a esta forma de vida. Se trata de una sociedad que se rige por sus propias normas, con una especie de democracia en la que caben el choque de autoridades, la justicia y la votación popular.

Cuando desembarcan en New Providence, una isla de las Antillas llena de piratas, timadores y prostitutas, las normas y la jerarquía siguen teniendo importancia. Todos los capitanes de barco deben en cierto modo obediencia a la malhablada y dura Eleanor Guthrie, dueña de la taberna e hija del comerciante más importante de las islas. Esta mujer se hace respetar en un mundo predominantemente masculino controlando el mercado negro y dando así salida a las mercancías robadas en los abordajes.



Todos los personajes tienen un pasado que quieren de algún modo ocultar, así como secretas ambiciones que intentarán cumplir cueste lo que cueste. El capitán Flint está obsesionado con encontrar el “Urca de Lima”, un barco español cargado de oro; Eleanor sueña con convertir New Providence en una isla importante; Max la prostituta de buen corazón (alerta de tía buena) quiere llegar a ser una mujer independiente y libre; y John…John sólo quiere sobrevivir y sacar provecho de todo lo que sea posible.


A pesar de lo amplio del elenco, los personajes por así decirlo secundarios no resultan planos. El guión es lo suficientemente bueno como para despertar en el espectador interés por las vidas del fiel contramaestre Gates, el noble Billy Bones (mi más favorito, bonico a la par que empotrable, ojo a las fotos) o la en principio malvada tripulación del Ranger (Charles Vane, Rackham y Anne Bonny). 


Siendo Michael Bay el director no creo que os sorprenda que haya mucha acción, pero igual sí que haya sexo y violencia en cantidad, aunque todo mostrado con cierto "buen gusto". De hecho tanto esto como la intro me recuerdan a Vikings, mi primera entrada de blog. Su calificación en IMDb es de 8’1, y habrá una segunda temporada, cosa que agradeceréis porque ésta termina con un monumental cliffhanger (vamos, que te deja con ganas de más).

Me despido pues hasta la semana próxima, con la esperanza de que si no os ha gustado lo que he escrito al menos os alegréis la vista con las fotos de los protagonistas, ¡Arrrr!



lunes, 2 de junio de 2014

Inside No. 9

Pensándolo en profundidad, creo que esta serie fue uno de mis motivos principales para empezar a escribir este blog. Cuando la descubrí me moló tantísimo que no podía más que difundir la palabra: ¡es una serie genial! ¡Macabra pero divertida! ¡Son sólo seis capítulos de media hora, dale una oportunidad! Que esta joyita pasara desapercibida para familiares y amigos me revolvía las tripas (en IMDb no pasó desapercibida, por algo tiene un 8’2).

Cada capítulo cuenta una historia diferente, con nuevos personajes y escenario. El nexo común es que la acción siempre transcurre en espacios cerrados cuya puerta de entrada muestra el número 9: viviendas, mansiones, camerinos…y también que en todos los episodios actúa al menos uno de los dos guionistas principales:  Reece Shearsmith y Steve Pemberton, que ya habían trabajado juntos anteriormente en series de tv de género sub z como “Psychoville” o “The league of gentlemen” (downloading, ya os contaré).



En esta inteligente comedia negra de la BBC, el tono varía entre capítulos, pasando del terror gótico a la comedia típica de golpes y bofetadas. Salen muchísimos actores ingleses conocidos, que los aficionados a la ficción británica sabrán reconocer enseguida. Los diálogos son mordaces y las tramas se retuercen y alcanzan giros inesperados.



Sin querer spoilear diré que mis episodios favoritos son: “Sardines” (primero e impactante, no apto para claustrofóbicos); “A quiet night in”  (un homenaje al cine mudo); y  “Tom &Gerry” (awesome).



Además, investigando para este post he descubierto que se hizo un séptimo capítulo online escrito por otros guionistas, llamado “The Inventors”. La trama deja mucho que desear pero os recomiendo que lo veáis por lo novedoso del formato: son 10 minutos de cinemagraph (fotografías en las que se da un movimiento mínimo pero repetitivo) “interactivo”. Os dejo el enlace aquí por si os interesa.