¡Ah, las ansiadas vacaciones de verano! Lo que para los adultos es un periodo de descanso y desconexión del mundo laboral, para los niños se convierte en una época llena de oportunidades para vivir mil aventuras y nuevas experiencias. Ese es parte del encanto de esta serie de animación de 2012 de Disney Channel, que saca el niño que el espectador lleva dentro al narrar el verano de dos mellizos de once años, Mabel y Dipper, en Gravity Falls, el pueblo de su tío abuelo Stan. Aunque claro, en el pueblo de mis abuelos no había sucesos paranormales, que yo sepa.
Para empezar, el mencionado tío abuelo es un timador propietario de "La cabaña del misterio", una atracción turística pensada única y exclusivamente para sacarle los cuartos a todo aquel dispuesto a escuchar retorcidas historias inventadas sobre monstruos imposibles. Y para seguir, aunque el negocio de Stan sea un timo, es verdad que en este encantador pueblo situado en medio del bosque habitan seres paranormales. Los adorables mellizos Pines (mención especial a Mabel con sus sueters de colores y su inseparable cerdito) lo descubrirán en sus propias carnes al encontrar un misterioso diario que les llevará a resolver multitud de misterios y enigmas junto con toda una pléyade de personajes secundarios a cual más estrambótico.
De hecho, a pesar de tratarse de una serie de animación, no es para niños (al menos no exclusivamente). Tiene un sentido del humor para todos los públicos, pero muchas de las referencias nostálgicas y del género de terror van dedicadas a un público adulto que no va a poder evitar que se le enternezca el corazoncito al vivir un verano genial de la mano de dos hermanos con la ingenuidad propia de su edad, que realzan valores como la amistad o el amor fraterno sin caer en la ñoñería. Además, aunque en cada episodio se nos presenta un nuevo monstruo contra el que luchar, hay una trama principal de fondo que se va desarrollando poco a poco. Incluso se plantean enigmas reales para el espectador adulto a lo largo de los episodios y en los títulos de crédito. Se trata de pistas sobre misterios de la trama que pueden resolverse mediante diferentes métodos criptográficos (esto ya es para nota).
Otro aspecto a valorar de esta serie, es que sus creadores decidieron terminarla en la segunda temporada, con 40 episodios de 20 minutos, a pesar del éxito conseguido (premios Emmy incluídos) para ser coherentes con el hilo argumental: los hermanos Pines sólo van a pasar un verano con su tío abuelo, y en esos meses de vacaciones vivirán diferentes aventuras que les harán pasar de niños a adolescentes cuando cumplan doce años. Pero eso ya es otra historia, que no tiene por qué ser contada.
Calificación en IMDb: 8'9
Mi calificación: 9'5
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