¿No os pasa a veces que ponéis las noticias y parecen de coña? ¿Que se dan situaciones en el mundo de la política tan absurdas que cuesta creer que sean ciertas? La clave para entenderlo todo podría ser la que plantean en esta serie de televisión de 2016 que, lo siento, nada tiene que ver con la peli de Peter Jackson (excepto, quizás, que un poco de gore hay, pero muy soft).
Laurel, una joven directora de documentales encarnada por una brillante Mary Elizabeth Winstead (la Ramona Flowers de "Scott Pilgrim contra el mundo") comienza a trabajar para su hermano, senador demócrata, para conseguir financiación para sus películas. Una vez en el Congreso, empieza a ver comportamientos extraños en el personal de ambos partidos (demócrata y republicano) y poco a poco va descubriendo una invasión de insectos alienígenas que comen el cerebro de sus huéspedes, controlando sus acciones y decisiones, haciendo que se radicalicen en sus posturas y que estén más preocupados por culpar al de enfrente que por solucionar problemas. ¿Os suena de algo?
El problema es que, aunque hay varios síntomas que indican que alguien está siendo controlado por estos insectos invasores de cuerpos, como problemas de oído y de equilibrio, rechazo al sexo y al alcohol o escuchar en bucle cierta canción ("You might think", de "The Cars"); en medio de la locura política de Washington DC, resulta difícil diferenciar a los individuos parasitados de los "normales". Por ello a la protagonista le costará mucho encontrar la ayuda que necesita para librarse de la plaga extraterrestre.
Esta mezcla de géneros de trama política, ciencia ficción, terror y humor negro de los creadores de "The good wife" sólo consta de una temporada de 13 episodios de 45 minutos. Toda una pena, ya que en principio estaba planteada como una tetralogía en la que veríamos el efecto de estos parásitos alienígenas en Wall Street, Sillicon Valley y Hollywood. Y a mí eso me habría gustado verlo.
Calificación en IMDb: 8'1
Mi calificación: 8'5
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