martes, 26 de agosto de 2014

Mom

Hace poco leí que las comedias de Chuck Lorre deberían considerarse como un género aparte en sí mismas: capítulos de 20 minutos, rodados con público en directo en decorados y cuyos protagonistas evolucionan poco o nada. Supongo que este esquema os suena, pero por si acaso os refrescaré la memoria con alguno de sus títulos más conocidos: Dos hombres y medio, The Big Bang Theory y, más recientemente, Mom, serie de la que voy a hablaros hoy.


Christie es una madre de dos hijos a los que ha criado sola, la cual decide encauzar su vida trabajando como camarera y acudiendo a reuniones de Alcohólicos Anónimos para rehabilitarse de sus adicciones del pasado. Su madre Bonnie también es una adicta en recuperación, que reaparecerá en su vida cuando su nieta Violet, de 17 años, se quede embarazada tal y como le ocurrió a Christie.

Este mismo material podría dar para un dramón de los de no soltar el pañuelo y llorar como magdalenas, pero nuestro amigo Chuck es como más de transformar la tragedia en comedia a golpe de humor negro. De este modo, el odio que la protagonista siente por su madre, a la que culpa de todas sus adicciones y malas decisiones, se convierte en el motor que la mueve para intentar enderezar la vida de su familia y evitar que su hija cometa sus mismos errores.


El problema es que Anna Faris y sus ojos de huevo siempre me han puesto muy nerviosa, tal vez porque el género que más ha trabajado, el de la “comedia gamberra” tipo Scary movie (película que la hizo famosa) no acaba de cuadrar con mis gustos. Los chistes de Mom son groseros, las situaciones inverosímiles, y la mayoría de personajes están desdibujados, siendo en mi opinión la joven-abuela-de-mala-vida el más logrado y atractivo. Por supuesto hay gags que funcionan, por lo crudos y directos que son, y por eso he visto la mitad de la temporada en los huecos que me han dejado otras series que me interesaban más.


Para que os hagáis una idea, ahí van un par de ejemplos de los reproches de la prota hacia su madre: “mientras las madres cocinaban la cena, tú cocinabas metanfetamina” o “y tan limpia que eres: hasta te he visto esnifar restos de cocaína de una alfombra”. Con este tipo de humor es con el que os vais a encontrar si decidís seguir esta serie, avisados quedáis.

Afortunadamente, no todas las madres son iguales, así que aprovecho para felicitar a mi hermana, que hoy ha traído al mundo a mi sobrino Carlitos (mi sol y estrellas de ahora en adelante), a quien estoy segura de que criará estupendamente junto con su marido, llenando sus días de amor y fantasía ¡Enhorabuena Purula! ¡Bienvenido Carlitos! <3


Nota IMDb: 7

Nota personal: 6

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