Hace poco leí que las comedias de
Chuck Lorre deberían considerarse como un género aparte en sí mismas: capítulos
de 20 minutos, rodados con público en directo en decorados y cuyos
protagonistas evolucionan poco o nada. Supongo que este esquema os suena, pero por
si acaso os refrescaré la memoria con alguno de sus títulos más conocidos: Dos hombres y medio, The Big Bang Theory y, más
recientemente, Mom, serie de la que
voy a hablaros hoy.
Christie es una madre de dos hijos a
los que ha criado sola, la cual decide encauzar su vida trabajando como
camarera y acudiendo a reuniones de Alcohólicos Anónimos para rehabilitarse de
sus adicciones del pasado. Su madre Bonnie también es una adicta en
recuperación, que reaparecerá en su vida cuando su nieta Violet, de 17 años, se
quede embarazada tal y como le ocurrió a Christie.
Este mismo material podría dar
para un dramón de los de no soltar el pañuelo y llorar como magdalenas, pero
nuestro amigo Chuck es como más de transformar la tragedia en comedia a golpe
de humor negro. De este modo, el odio que la protagonista siente por su madre,
a la que culpa de todas sus adicciones y malas decisiones, se convierte en el
motor que la mueve para intentar enderezar la vida de su familia y evitar que
su hija cometa sus mismos errores.
El problema es que Anna Faris y
sus ojos de huevo siempre me han puesto muy nerviosa, tal vez porque el género
que más ha trabajado, el de la “comedia gamberra” tipo Scary movie (película que la hizo famosa) no acaba de cuadrar con
mis gustos. Los chistes de Mom son groseros, las situaciones inverosímiles, y la
mayoría de personajes están desdibujados, siendo en mi opinión la joven-abuela-de-mala-vida
el más logrado y atractivo. Por supuesto hay gags que funcionan, por lo crudos
y directos que son, y por eso he visto la mitad de la temporada en los huecos
que me han dejado otras series que me interesaban más.
Para que os hagáis una idea, ahí van un par de ejemplos
de los reproches de la prota hacia su madre: “mientras las madres cocinaban
la cena, tú cocinabas metanfetamina” o “y tan limpia que eres: hasta te
he visto esnifar restos de cocaína de una alfombra”. Con este tipo de humor es con el que os vais a encontrar si decidís seguir esta serie, avisados quedáis.
Afortunadamente, no todas las
madres son iguales, así que aprovecho para felicitar a mi hermana, que hoy ha
traído al mundo a mi sobrino Carlitos (mi sol y estrellas de ahora en
adelante), a quien estoy segura de que criará estupendamente junto con su marido, llenando sus días
de amor y fantasía ¡Enhorabuena Purula! ¡Bienvenido Carlitos! <3
Nota IMDb: 7
Nota personal: 6
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