lunes, 8 de diciembre de 2014

Siberia

Los reality shows siempre han atraído a los espectadores, quizás porque en el fondo todos llevamos un cotilla en nuestro interior. El mundo de las series es consciente de ello y por eso son varios los ejemplos que encontramos de falsos realities (el más claro y cercano sería Modern Family). Investigando sobre este tema he redescubierto el término "mockumentary", que hace referencia a aquellas pelis o series que presentan hechos ficticios como si fueran reales, usando para ello el estilo documental. Aunque la mayoría de las veces el resultado es una parodia ("mock"), muchas otras el producto puede tener un corte más bien dramático.


Un buen ejemplo de mockumentary dramático sería esta serie que vi no hace mucho y de la que voy a hablaros hoy. Siberia es una producción americana de 2013 sobre un reality que consiste en enviar a 16 concursantes a Tunguska, Rusia (¿a que no os lo esperabais por el título?). Allí los participantes deberán intentar sobrevivir en medio de la nada, compitiendo contra los elementos y entre ellos. Hasta ahí todo sería relativamente normal, peeeero va y resulta que justo en ese territorio remoto ocurren cosas muy extrañas y misteriosas desde hace más de cien años. Así, lo que en principio parecía un concurso de supervivencia con sus correspondientes normas y sistemas de seguridad, se va desmadrando poco a poco hasta convertirse en una verdadera lucha por la vida en un ambiente altamente hostil.


Los concursantes presentan personalidades y motivaciones muy diferentes, pero obviamente todos desean el medio millón de dólares del premio. Tenemos varios arquetipos clásicos: el típico engreído que ha venido aquí a jugar y no a hacer amigos, el señor mayor que cree saberlo todo, la zorra manipuladora que se las ingenia para que los hombres lo hagan todo por ella, etc, etc. Por supuesto prácticamente cada uno de ellos esconde un gran secreto, y además la cosa se va complicando no sólo por los fenómenos paranormales que empiezan a producirse, sino también por los vínculos de amor y amistad que se van creando.


Al estar rodada prácticamente en su totalidad por cámaras en mano mucha gente la ha comparado con The Blair Witch Project, aunque yo no le veo el parecido más allá de las escenas de terror en los bosques. Cierto es que los temblores de cámara pueden llegar a resultar molestos y que probablemente habría sido interesante más implicación por parte del equipo técnico en la trama; notar su miedo y ver sus caras, en vez de usarlos como meros portadores de cámaras y como una excusa para que veamos las imágenes de todo lo que experimentan los concursantes del reality. Pero todo eso es medianamente comprensible, lo que aun no he logrado entender es el final, que me resultó tan coitus interruptus que tuve que repasar el listado de capítulos por si me había saltado alguno sin darme cuenta. Más tarde leí que por problemas de programación tuvieron que unir el penúltimo y el último capítulo, pero qué queréis que os diga, me sigue pareciendo raro, raro,raro...


En conclusión: sí, se trata un producto mejorable, pero en general a mí me pareció que se lograba bastante el efecto de "realidad". Puedes llegar a creerte que ese grupo de personas que nada tienen que ver entre sí acaban de conocerse en un concurso de supervivencia, aunque para  lograr este efecto se sacrifiquen muchos minutos en charla sin importancia, chascarrillos y chistes varios. Lo importante es que prácticamente cada capítulo acaba con un "cliffhanger" (un giro de los acontecimientos que te deja con ganas de más hasta la próxima entrega), y que poco a poco la trama se va poniendo intensa, y con eso ya fue suficiente para entretenerme a mí. Aunque claro, nunca he dicho que no fuera una chica fácil.

Nota IMDb: 7'1

Nota personal: 7

sábado, 15 de noviembre de 2014

Downton Abbey

He perdido a mi compañero de sillón frente a la tele. He perdido a la persona con la que he compartido, seguido y comentado la mayoría de las series sobre las que os he hablado en este blog. He perdido a mi padre y ya nunca más podré ver Vikings, Black Sails, Juego de Tronos o Homeland sin pensar en él. Y esa es sólo una pequeña parte del vacío que deja. Pero la vida sigue y las series también, y por eso he decidido retomar el blog escribiendo sobre una de sus series favoritas: Downton Abbey. 


El nombre de la serie viene dado por la casa solariega situada en Yorkshire en la que habitan, a principios del siglo XX, la aristocrática familia Crawley y sus criados. A través de sus historias personales, vemos el efecto de los principales eventos históricos en la jerarquía social británica de la época. De hecho la trama comienza en 1912, cuando el futuro heredero de Downton muere en el hundimiento del Titanic. Dado que el actual conde Grantham sólo tiene tres hijas y ningún hijo varón, el nuevo heredero es un joven abogado de clase media, primo lejano del conde. Este cambio en la línea sucesoria no sienta bien ni a la familia ni a los sirvientes de la misma.


Entiendo que a mucha gente se la pueden sudar bastante los dramas de una familia noble de la época eduardiana, sus bailes de sociedad, la relación con sus vasallos o sus problemillas económicos. “Oh, pobrecitos, si esto sigue así van a tener que vivir todos en el pabellón de caza, que tan sólo mide 200 metros cuadrados, ¿cómo se las arreglarán?”. Pero a pesar de que muchas de las situaciones que aparecen pueden parecernos obsoletas o incluso ridículas, la verdad es que acabas encariñándote de los personajes (señores y sirvientes), empatizando con ellos y compartiendo sus alegrías y sus penas. Bueno, la verdad es que por mucho tiempo que pase seguirá sin caerme bien Mary, la hija mayor y protagonista de las principales líneas argumentales de la serie. Pero a lo mejor sólo son manías mías.  


La ambientación es excepcional y los actores hacen un gran trabajo, adecuando su gesticulación y su acento a la clase social a la que pertenecen (vale la pena verla en versión original, como ocurre con casi todas las series british). El guión tiene amor, drama, trasfondo histórico, humor…y todo está cuidado hasta el más mínimo detalle. Por ello no es raro que esta serie se haya llevado varios Emmy: a mejor miniserie, actriz de reparto (impagable Maggie Smith en el papel de la condesa viuda) y dirección. 


Las tres primeras temporadas de este drama británico se emitieron en Antena 3, pero la cuarta ya pasó a emitirse en Nova, y la quinta se estrenó el pasado 5 de noviembre. Es importante recordaros que a partir de la segunda, las temporadas empezaron a rematarse con un episodio especial de navidad que suele mostrar acontecimientos fundamentales para el desarrollo de la trama. Vamos, que son capítulos bomba y jamás podré entender por qué Antena 3 decidió ignorarlos. No sabéis nada, Jones Nieves.


Yo no puedo más que recomendárosla porque para mí siempre será una serie especial, sinónimo de noches en familia. Y aunque mi padre ya no podrá ver la quinta temporada de Downton Abbey, pienso seguir la tradición y sentarme con mi madre frente a la tele para averiguar juntas todo lo que ocurre en la mansión y disfrutar de los pequeños detalles que sabemos que él habría apreciado. 

Gracias por casi 30 temporadas de amor incondicional.

Calificación en IMDb: 8’8

Calificación personal: 9’7

jueves, 23 de octubre de 2014

Community

No os voy a mentir, lo de seguir chopocientas series a la vez para poder opinar sobre ellas en este blog suele ser entretenido pero a veces es un poco como si me pusieran deberes: aguantar tres capítulos o una temporada entera con tal de tener una opinión bien formada, puede llegar a ser un coñazo insufrible en algunos casos (de los cuales ya os hablaré más adelante). Otras veces, se alinean los planetas y encuentro alguna joyita que me hace absolutamente feliz, que ocupa mi mente y me obliga a abandonar cualquier otra serie que esté siguiendo. Y ahora mismo estoy en plena conjunción astral,  enganchada y enamorada de Community <3.


El objeto de mis amores es una comedia estadounidense emitida por la NBC, que trata sobre un grupo de estudiantes que asisten a una universidad comunitaria situada en la ciudad ficticia de Greendale. Todo empieza cuando un abogado carismático y sin escrúpulos, cuyo título ha sido invalidado, decide formar un grupo de estudio de español para ligarse a una chica y hacer así más llevadero su paso por el campus. La jugada no acaba de salirle como esperaba, y poco a poco se va encariñando del variopinto grupo de inadaptados que forman el grupo: un friki fanático de la cultura popular; una ex-estrella de fútbol americano lesionado; una empollona que fue adicta a los medicamentos contra la hiperactividad; un señor entrado en años, racista y lleno de prejuicios (Chevy Chase, resucitado para toda una nueva generación de telespectadores); una madre cristiana divorciada; y una activista de causas perdidas, objeto de deseo del protagonista.

También suelen interactuar con el grupo principal un desequilibrado profesor de español de origen chino (encarnado por el chino cachondo de las pelis de Resacón), un profesor de psicología británico obsesionado con vivir el presente, un decano que trata desesperadamente de que su universidad sea lo más parecido posible a una universidad “real” y un sinfín de secundarios curiosos. Además en muchos capítulos encontramos otras caras conocidas haciendo algún que otro cameo, como Owen Wilson o Jack Black.


La serie se caracteriza por utilizar humor meta y por hacer continuas alusiones a la cultura popular, a menudo parodiando los clichés del cine y la televisión. Y vosotros diréis: “Ah, pues muy bien, ¿pero qué narices es eso del humor meta?”. Pues viene a ser humor autorreferente, algo así como reírse de tus propias bromas privadas, de bromas que ya has hecho anteriormente. Vamos, lo que todos hacemos con nuestro grupo de amigos. Esto sucede sobre todo a través del personaje de Abed, una especie de crítico televisivo dentro del reparto, que hace continuas comparaciones entre la vida de sus compañeros y la trama de distintas series y películas.


Las audiencias de esta serie estrenada en 2009 fueron siempre irregulares, pero como buena serie de culto que es, sobrevivió gracias al apoyo de la crítica y de sus pocos pero fieles seguidores nada menos que durante cinco temporadas. Muy pocas series pueden decir que su creador fue despedido y vuelto a contratar tras una temporada, o que un portal de internet (Yahoo!) se vaya a encargar de producir una sexta temporada que se emitirá en streaming.

De momento sólo he visto la mitad de la primera temporada, y aunque he leído que es de las más flojas, ya os digo que me está encantando. Los personajes, aunque encasillados en sus respectivos roles, me caen fenomenal (quizás los que menos gracia me hacen son la supuesta pareja protagonista); y las tramas y diálogos siempre me arrancan más de una carcajada. Impagables por ejemplo son los momentos al final de cada capítulo que suelen protagonizar Troy y Abed, un dúo cómico con mucha química (adjunto uno de sus gags más memorables como muestra). Hacedme caso y dadles una oportunidad a estos perdedores que pasan mucho tiempo en el campus pero poco estudiando, ¡igual hasta os enamoráis como yo!.


Nota en IMDb: 8’6
Nota personal: 9’7

jueves, 16 de octubre de 2014

Broadchurch


Anoche finalizó la emisión de la primera temporada de Broadchurch en Antena3. Esta serie de suspense británica nos muestra cómo la muerte de un niño de 11 años en extrañas circunstancias y su posterior investigación pueden afectar a prácticamente todos los miembros de un pequeño pueblo costero. El drama en el que se profundiza no es tanto el asesinato en sí, sino los efectos sobre familiares y amigos de una desgracia de este calibre. La desconfianza, las dudas y los secretos que todos temen que salgan a la luz a raíz del terrible suceso.


La única cara conocida (aparte de las de Walder Frey y Gusano Gris de GOT, como meros secundarios) es la de DavidTennant en el papel del inspector encargado del caso. Un recién llegado a la tranquila Broadchurch, que se trasladó a esta comisaría intentando alejarse del escándalo púbico producido a raíz de su último caso. Es un personaje sin duda torturado cuyo carácter choca con el de su compañera, una inspectora residente en el pueblo de toda la vida, madre de familia y emocionalmente conectada con el caso por su amistad con la familia del fallecido. La relación entre los dos detectives, a pesar de todas sus diferencias, es también  uno de los hilos conductores de la trama.

La muerte de Danny Lattimer causa un efecto imborrable en el pueblo, creando una herida que no parece fácil de cerrar. No sólo se exploran los efectos que la pena y el duelo provocados por un suceso violento pueden producir en una comunidad pequeña; sino también las graves repercusiones que puede tener una excesiva cobertura mediática en mitad de una investigación criminal, y por supuesto cómo una desgracia así puede afectar a una familia media, debilitando incluso las relaciones entre los miembros supervivientes.


La serie no está mal y se sale algo de lo corriente por el enfoque “humano” que intentan darle al asesinato, centrándose en sentimientos y emociones más que en hechos. Hay momentos en que llegas a desconfiar de todo el mundo, porque todos tienen algo que ocultar que les hace comportarse de manera sospechosa para el espectador. Te vuelves paranoico, como los habitantes del pueblo, y eso ya es un logro. Aparte de eso, los paisajes de las costas de Dorset son realmente una maravilla, lo cual da para mucho plano poético a cámara lenta, en contraste con la pesadilla que están viviendo sus protagonistas.

En un principio la serie estaba concebida para ser autoconclusiva, pero dado el inesperado éxito de crítica y audiencia (ha promediado nueve millones de espectadores a lo largo de sus ocho capítulos) habrá segunda temporada. De momento lo único que se conoce sobre la trama es que no se contará un nuevo caso, sino que se seguirán explorando las consecuencias del asesinato del pequeño de los Lattimer, y aún no se sabe tampoco cuántos actores repetirán. Además, como ya os comenté en mi anterior post, se estrena este mes el remake americano, Gracepoint, que también cuenta con David Tennant como protagonista. Otro día me dedicaré a hablaros de por qué me parece una pérdida de tiempo hacer versiones americanas de series inglesas, cuando están incluso en su mismo idioma…pero de momento os invito a investigar esta nueva faceta del Doctor british por excelencia ;)



Nota IMDb: 8’4

Nota personal: 7’5

lunes, 6 de octubre de 2014

Estrenos series USA octubre 2014

Ains, tengo el blog un poquito abandonado pero no es por falta de ganas, ¡es que se me acumula la faena! Es lo que tienen las series: que te pasas todo el verano revisando producciones antiguas o “tonteando” con series que no te matan demasiado simplemente por cubrir el vacío en las programaciones televisivas, y luego llega la vuelta al cole y no sabes ni por dónde empezar.

Para que veáis que no me quejo por vicio (bueno, un poco sí, porque en realidad me encanta tener planes en la recámara), aquí tenéis un post sobre los principales estrenos  de series de este mes de octubre. Y os hablo sólo de los estrenos, porque si también me pusiera con los regresos no acabaríamos nunca, y además estoy segura de que los seguidores incondicionales saben perfectamente qué día se retoman sus series favoritas. Y si no, no merecéis llamaros “fanses”.


Stalker: CBS, 1 octubre. Dylan McDermott y su compañera investigan a los stalkers o acosadores de Los Ángeles, que no son pocos. De momento ya ha sido calificada de “misógina y pornográfica”, pero su nota en IMDb es un 7’6. Drama/suspense.

A to Z: NBC, 2 oct. Muestra los 8 meses, 3 semanas, 5 dias y 1 hora que dura la relación entre la madre de los hijos de Ted Mosby (me refiero a la actriz, no es un spin off) y un chico muy mono. Sitcom encantadora y edulcorada.  IMDb: 7’7. Comedia.

Bad judge: NBC, 2 oct. Kate Walsh es una mujer sexualmente liberada, que vive al límite  de la ley…y que resulta ser juez del tribual penal. Al parecer el ingenio mordaz no basta para levantar esta serie. IMDb: 5’4. Comedia.

Gracepoint: FOX, 2 oct. Miniserie remake de la británica Broadchurch, la cual se emite actualmente en antena3. Un niño es encontrado muerto en un pequeño pueblo pesquero, y esta desgracia golpea de pleno a los miembros de la comunidad, sacando a relucir algunos secretos. DavidTennant repite como el detective encargado de la investigación. IMDb: 7’4. Misterio.

Survivor’s Remorse: Starz, 4 oct. Un chico criado en un barrio humilde de Filadelfia, firma un contrato multimillonario con un equipo profesional de baloncesto y se muda con su primo a Atlanta, donde ambos conocerán una vida de lujos y de remordimientos por “haberlo logrado”. IMDb: 7. Comedia.

Mulaney: FOX, 5 oct. Un joven aspirante a cómico prueba suerte en Nueva York con la stand-up comedy, pero en su camino hacia la fama se interponen a veces sus extravagantes compañeros de piso. IMDb: 4’1. Comedia.


The Flash: TheCW, 7 oct. Por fin llegan a la pequeña pantalla las aventuras de este científico convertido en un superhéroe increíblemente veloz. Se trata además de un spin-off de Arrow. Acción/Aventura/Drama.      

Kingdom: AudienceNet, 8 oct. Nick Jonas (sí, habéis leído bien, el pequeño de los Jonas Brothers) es un luchador de la MMA, artes marciales mixtas. La trama transcurre dentro y fuera del cuadrilátero, mostrándonos la vida de estos luchadores. Drama.

Cristela: ABC, 10 oct.  Cristela está en su último año en la carrera de derecho y consigue una beca no remunerada para hacer las prácticas en un importante bufete de abogados. Pero sus aspiraciones profesionales chocan con lo que su tradicional familia mejicana considera “correcto”. Comedia.

Jane the Virgin: TheCW, 13 oct. Una joven de 23 años, bastante conservadora y virgen, descubre que ha sido inseminada artificialmente por accidente. Así tal cual. Y encima no es una comedia, es un drama.


Marry me: NBC, 14 oct. Una pareja que lleva muchos años de relación, ve cómo toda su vida se complica en el momento en que deciden prometerse en matrimonio. Por lo visto el episodio piloto no ha disgustado a la crítica estadounidense. Comedia.   
                                       
The Affair: Showtime, 19 oct. Analiza los efectos psicológicos de la infidelidad en la pareja a través de una aventura amorosa entre una camarera casada y un profesor. La crítica destaca las grandes interpretaciones de sus actores (entre ellos se encuentra Joshua Jackson) y la intriga de la historia. Drama.

Constantine: Showtime, 24 oct. Adaptación del cómic de DC del mismo nombre,  que ya fue llevado al cine en 2005 por Keanu Reeves. Un hombre con una gran crisis de fe debido a  sus pecados del pasado, se ve convertido de pronto en un defensor de la humanidad contra las fuerzas oscuras. Fantasía/Terror.


The McCarthys: CBS, 30 oct. Comedia sobre una familia irlandesa fanática de los deportes, que comparte una casa de tres pisos en Boston. No suena muy prometedor.

Como podéis ver hay de todo y variadito, lo cual quiere decir que no todo es bueno, obviamente. Os he marcado en rojo aquellas series a las que, por temática o crítica, pienso darles la “oportunidad de los tres capítulos”. Que conste que si no he marcado “Gracepoint” es porque estoy a mitad de ver su predecesora inglesa y me está gustando bastante; quizás el remake valga también la pena, quién sabe. Como siempre, recibiré encantada vuestras opiniones sobre estas ficciones y cualquier otra que os parezca destacable por buena/mala/regular/lo que os dé la gana.


PS: Gracias a Mohuka por enviarme algún que otro soplo desde EEUU ;)

lunes, 22 de septiembre de 2014

Better off Ted

Una mañana lluviosa es la excusa perfecta para ponerse al día con las series, y hoy he terminado la primera temporada de ésta que me recomendó un amigo hace un par de semanas. Sinceramente, al principio el título de esta comedia no me llamó nada la atención, pero le di una oportunidad confiando en el buen gusto del recomendador ¡Y menos mal que lo hice, porque no me puede gustar más!


Esta “sitcom satírica” (según Wikipedia) se estrenó en la cadena ABC en 2009 y tras dos temporadas de 13 capítulos cada una, fue cancelada en 2010. Dicha cancelación entra en la categoría de “fracasos inexplicables de la tv”, dado que la crítica estaba de su parte (incluso he leído que la segunda temporada es aun mejor) y de hecho ocupa el puesto 23 en la lista de las 25 mejores series de culto según EntertainmentWeekly, de la que os hablé la semana pasada. Los capítulos son rápidos, de 20 minutos, lo cual permite que empalmes uno tras otro en cuanto tienes un ratito libre.

La serie narra las aventuras de Ted Crisp, el responsable del departamento de investigación y desarrollo de la compañía Veridian Dynamics, una empresa que, al contrario que Ted (padre soltero y jefe respetado), es de dudosa moral. Los episodios suelen comenzar con el protagonista rompiendo la cuarta pared para dirigirse al espectador y ejercer de narrador de la trama. Además, siempre se inserta en algún momento del metraje, un anuncio de la compañía, para mí un toque de genialidad por lo surrealistas e hiper-realistas que son al mismo tiempo…sabes que son de coña pero recuerdan muchísimo a los típicos anuncios corporativos, y siempre están relacionados con la trama del capítulo.


A Ted le acompañan su hija Rose;  Verónica, su fría y calculadora jefa (una sorprendente Portia de Rossi); Linda, la inocente chica de oficina con la que el prota tiene una química amorosa no resuelta y Phil y Lem, los dos científicos del laboratorio, que saben mucho sobre ciencia pero nada sobre la vida real. A mí personalmente me gustan TODOS Y CADA UNO de los personajes, me encantan aunque estén encasillados en sus respectivos roles, y me parece que forman un conjunto sensacional, cosa que no me suele ocurrir.

Las situaciones que se nos presentan son absurdas, una caricatura de lo que podría ser cualquier gran compañía de hoy en día, que pone los intereses económicos por encima de todo. Los directivos de esta empresa no dudan en experimentar con sus empleados, torcer la verdad, sobornar gobiernos o crear todo tipo de armas (desde robots hasta calabazas) con tal de lograr beneficios. Los protagonistas son plenamente conscientes de la naturaleza de Veridian, y gran parte de la comicidad de la serie proviene de esta navegación de los personajes por aguas moralmente ambiguas.


En definitiva se trata de una serie absurda y divertida, con grandes diálogos y pocas pretensiones, y sobre todo muy entretenida. Una joyita que me alegro de haber descubierto aunque haya sido años después, y cuya segunda temporada pienso empezar a ver en cuanto suba este post. Hacedme caso:mola.

Calificación en IMDb: 8’2

Calificación personal: 9’2

miércoles, 17 de septiembre de 2014

¿Qué es una serie de culto?

Este verano, en una alegre charla entre amigos, salió en la conversación mi ahora adorada Firefly. Mi mejor amiga no la conocía y le contamos un poco de qué iba, calificándola como una “serie de culto”. Y entonces ella hizo una pregunta que me ha hecho pensar mucho desde entonces: “Pero, ¿qué es una serie de culto? ¿Qué tiene que tener una serie para llegar a ser clasificada como tal?”. Y entonces me di cuenta de que mis explicaciones al respecto eran más bien vagas a pesar de tener tanto el concepto como algunos ejemplos bien claros en mi mente.


Así que decidí recurrir al oráculo de toda la información jamás hallada por el hombre, Wikipedia, y encontré una entrada sobre las películas de culto, pero ninguna sobre las series de culto. Usaré la base de la definición porque es igualmente aplicable: se considera de culto cualquier producción capaz de provocar admiración y reconocimiento en un grupo de espectadores o críticos no necesariamente numeroso (con alguna subcultura o club de fans basta) pero sí lo suficientemente amplio como para asegurar su continuidad como pieza significativa, aunque sin llegar a catapultar la obra al reconocimiento general. Dicho culto popular puede deberse a su trama, su significado histórico o a sus formatos alejados de los convencionalismos estéticos o narrativos, conseguidos la mayor parte de las veces con escasos medios económicos. Sin embargo, este término es ambiguo y existen diversas variantes, incluso contradictorias, sobre lo que se puede considerar una película/serie de culto según sus atributos y cronología. 


O sea, que me quedó un poco más claro pero no del todo. Y entonces me puse a buscar otros blogs de series, revistas especializadas, listados…cualquier cosa que sirviera para entender mejor este concepto. Y vaya fiesta de datos. Tras mucho buscar he decidido compartir con vosotros la lista de las 25 mejores series de culto según la conocida revista americana Entertainment Weekly en el año 2012 (ojo, porque igual os sorprende):

25. Criando malvas (Pushing daisies)
24. Archer
23. Better off Ted
22. Farscape
21. Party down
20. Popular
19. Sobrenatural (Supernatural)
18. Wonder Showzen
17. Fringe
16. Undeclared
15. Community
14. Battlestar Galactica
13. Veronica Mars
12. Twin Peaks
11. Firefly
10. Perdidos (Lost)
9. Es mi vida (My so-called life)
8. The comeback
7. Star Trek
6. Colgados en Filadelfia (It’s always sunny in Philadelphia)
5. The Wire
4. Expediente X (The X-Files)
3. Mystery Science Theatre 3000
2. Arrested Development
1. Buffy, cazavampiros (Buffy, The Vampire Slayer)


Para realizar este listado se basaron en la mitología construida alrededor de las series, y por supuesto en sus seguidores, que en la mayoría de los casos han mantenido activo el fandom años después de haber terminado la serie. Mis conclusiones son las siguientes: que efectivamente que una serie sea de culto no significa que sea muy conocida (yo por ejemplo sólo conozco 18 de las 25, y algunas de ellas simplemente de oídas), sino que quienes la siguen están totalmente entregados al universo que presenta; que por tanto no hay que confundir las “series de culto” con las “series míticas”, que sí son más populares; y que parece que el mundo de las series está dominado por los países angloparlantes, porque he intentado pensar en alguna serie de culto española y nada, no ha habido manera…¿alguna sugerencia?


lunes, 1 de septiembre de 2014

Firefly


La semana pasada estuve un poco liada con el nacimiento de mi sobri y esas cosas, y como la espera en el hospital fue larga (20 horas desde el ingreso hasta el parto), aproveché para ver Serenity, la película que “cierra” en cierto modo la mítica serie Firefly. Si decidí desempolvar este clásico básico de ciencia ficción de mi lista de asuntos pendientes fue en parte por la famosa sequía veraniega de series y en parte por la insistencia de mis amigos frikis....y no me arrepentí.

La serie fue injustamente maltratada por su cadena de principio a fin, ya que, allá por 2002, los señores de FOX decidieron que la mejor idea del mundo era descartar el piloto original y emitir los capítulos desordenados (vamos, desordenadísimos, lista de capítulos y sus fechas de emisión al final del post) y aun por encima dejarse tres de ellos en el tintero. Sin embargo, estuvo en antena el tiempo suficiente como para reunir un grupo de fans muy activos y entregados que contribuyeron mediante el boca-oreja a disparar las ventas de la edición completa en DVD, lo cual permitió a su creador, Josh Whedon solicitar el rodaje de una película que cerrara la trama de la serie.


Por aquel entonces Whedon ya se había hecho un nombre entre los profesionales de la tele por series como Buffy, cazavampiros o Angel, en las cuales los personajes evolucionan a lo largo de una trama serializada conectada con otras autoconclusivas y siempre regalando al espectador diálogos llenos de humor. En este caso nuestro chico, que no es nada tonto, consiguió crear un universo ficticio en un futuro hipotético que resulta de una curiosa mezcla entre el lejano oeste y la cultura oriental con mucha tecnología puntera. Se logra un efecto futurista con métodos simples y baratos pero muy efectivos, lo cual tiene su mérito.

La historia es la siguiente: en el año 2517, en un sistema planetario imaginario, todo está controlado por la Alianza de los planetas centrales, los cuales vencieron a los exteriores en una cruda guerra años atrás. En este complicado escenario político, el capitán Malcolm Reynolds y su ex-compañera de armas en la resistencia, Zoe, dirigen una tripulación variopinta a bordo de la nave Serenity, dedicándose al contrabando y a todo tipo de trabajillos en el límite de la ley. El eje de la trama principal de la serie son Simon y River Tam, dos misteriosos hermanos perseguidos por la Alianza que son refugiados en la nave y protegidos por su tripulación.


El reparto es bastante amplio, pero todos los personajes tienen cierto gancho que hace que enseguida se les coja cariño y resulte difícil escoger un favorito. Entre los nueve tripulantes de la nave nos encontramos con una ingenua mecánica, un mercenario pendenciero, una acompañante (o prostituta de lujo), un predicador…pero es esa riqueza de caracteres lo que da lugar a interacciones bastante cómicas y no impide que todos se unan como una gran familia tras vivir juntos todo tipo de situaciones comprometidas.

Los actores puede que no fueran conocidos al iniciarse la serie, pero siguen estando presentes en nuestras pantallas, no sólo de casa sino incluso en el cine. Tenemos a un Nathan Fillion pre-Castle, a la mujer de Brody en Homeland ejerciendo la prostitución, a AlanTudyk, el pelirrojo adorable de Un funeral de muerte, y a Summer Glau, que se ha convertido en una especie de musa para los fans de la ciencia ficción y de hecho sale en un capítulo de The Big Bang Theory interpretándose a sí misma.


Por petición popular, tres años después del final de la serie, se estrenaba en los cines Serenity. Esta película tiene un tono más oscuro y desolador y ahonda principalmente en el personaje de River Tam. A mí me pareció muy buena y necesaria para explicar algunos puntos que quedaban poco claros, y la calidad de la producción es bastante superior a la de la serie; pero como aun deja algunas cuestiones abiertas, la historia continuó  en una serie de cómics, y por continuar con el filón, se hizo incluso un videojuego.

Me ha salido un post mucho más largo de lo habitual y aún así me dejo muchas cosa en el tintero, pero quedaros con esto: la tripulación de la Serenity siempre tendrá un hueco en mi corazoncito, especialmente el capitán Malcolm Reynolds <3  Bring Firefly back!!!


Calificación en IMDb de la serie: 9'2

Calificación personal de la serie: 9'6

Calificación en IMDb de la película: 8

Calificación personal de la película: 8'5


Lista de capítulos y sus fechas de emisión:
1. Serenity - 20 de diciembre de 2002
2. The Train Job - 20 de septiembre de 2002
3. Bushwhacked - 27 de septiembre de 2002
4. Shindig - 1 de noviembre de 2002
5. Safe - 8 de noviembre de 2002
6. Our Mrs Reynolds – 4 de octubre de 2002
7. Jaynestown - 18 de octubre de 2002
8. Out of Gas - 25 de octubre de 2002
9. Ariel - 15 de noviembre de 2002
10. War Stories - 6 de diciembre de 2002
11. Trash - 28 de Junio de 2003
12. The Message - 15 de Julio de 2003
13. Heart of Gold - 19 de Agosto de 2003
14. Objects in Space - 13 de diciembre de 2002



martes, 26 de agosto de 2014

Mom

Hace poco leí que las comedias de Chuck Lorre deberían considerarse como un género aparte en sí mismas: capítulos de 20 minutos, rodados con público en directo en decorados y cuyos protagonistas evolucionan poco o nada. Supongo que este esquema os suena, pero por si acaso os refrescaré la memoria con alguno de sus títulos más conocidos: Dos hombres y medio, The Big Bang Theory y, más recientemente, Mom, serie de la que voy a hablaros hoy.


Christie es una madre de dos hijos a los que ha criado sola, la cual decide encauzar su vida trabajando como camarera y acudiendo a reuniones de Alcohólicos Anónimos para rehabilitarse de sus adicciones del pasado. Su madre Bonnie también es una adicta en recuperación, que reaparecerá en su vida cuando su nieta Violet, de 17 años, se quede embarazada tal y como le ocurrió a Christie.

Este mismo material podría dar para un dramón de los de no soltar el pañuelo y llorar como magdalenas, pero nuestro amigo Chuck es como más de transformar la tragedia en comedia a golpe de humor negro. De este modo, el odio que la protagonista siente por su madre, a la que culpa de todas sus adicciones y malas decisiones, se convierte en el motor que la mueve para intentar enderezar la vida de su familia y evitar que su hija cometa sus mismos errores.


El problema es que Anna Faris y sus ojos de huevo siempre me han puesto muy nerviosa, tal vez porque el género que más ha trabajado, el de la “comedia gamberra” tipo Scary movie (película que la hizo famosa) no acaba de cuadrar con mis gustos. Los chistes de Mom son groseros, las situaciones inverosímiles, y la mayoría de personajes están desdibujados, siendo en mi opinión la joven-abuela-de-mala-vida el más logrado y atractivo. Por supuesto hay gags que funcionan, por lo crudos y directos que son, y por eso he visto la mitad de la temporada en los huecos que me han dejado otras series que me interesaban más.


Para que os hagáis una idea, ahí van un par de ejemplos de los reproches de la prota hacia su madre: “mientras las madres cocinaban la cena, tú cocinabas metanfetamina” o “y tan limpia que eres: hasta te he visto esnifar restos de cocaína de una alfombra”. Con este tipo de humor es con el que os vais a encontrar si decidís seguir esta serie, avisados quedáis.

Afortunadamente, no todas las madres son iguales, así que aprovecho para felicitar a mi hermana, que hoy ha traído al mundo a mi sobrino Carlitos (mi sol y estrellas de ahora en adelante), a quien estoy segura de que criará estupendamente junto con su marido, llenando sus días de amor y fantasía ¡Enhorabuena Purula! ¡Bienvenido Carlitos! <3


Nota IMDb: 7

Nota personal: 6

miércoles, 20 de agosto de 2014

El temible efecto chicle

El lunes acabé de ver la segunda temporada de Utopía y ahora tengo sentimientos encontrados. Como ya os dije, la primera temporada me encantó y esperaba como agua de mayo esta segunda entrega…pero visto el más que abierto final, me huele a tercera temporada y me temo que podríamos encontrarnos de nuevo ante el terrible “efecto chicle” (“chewing gum effect” para los que no hagan uso de nuevos términos si no están en inglés).


Como podéis imaginaros, este efecto se produce cuando los señores productores de series de medio-gran éxito se resisten a soltar la gallina de los huevos de oro y deciden exprimirla hasta la última gota, cargándose en el camino, si es necesario, el nivel de calidad o incluso el espíritu de la serie. Vamos, que estiiiiran y estiiiran el chicle hasta que, en la mayoría de los casos, se rompe.


Analicemos primero brevemente esta segunda temporada de Utopía. Un producto sólido, fiel a su predecesora con esa fotografía colorista y esa música techno tan características acompañando escenas de violencia  explícita y desenfadada. La trama aun esconde sorpresas, los personajes evolucionan y el primer capítulo flashback es de lo mejorcito que he visto últimamente: aclaratorio y potente. Creedme, la serie me encanta, pero tengo miedo… ¿y si deja de ser especial? ¿Y si pierde su cualidad de pieza rara, de excentricidad inglesa que la hace diferente y cuasi hipnótica? ¿Y si me acabo hartando de Jessica Hyde y la madre (o el padre) que la parió? Seamos sinceros, si la serie comenzó con seis capítulos de una hora es porque pretendía causar un gran impacto, ser como un regalito bomba: breve pero intenso. Y si empiezan a alargar tramas y a añadir temporadas sin ton ni son se estarán cargando una joya. Les doy (yo, en mi infinito poder) una oportunidad para acabar con esto el año que viene, pero si hay un cuarto asalto no sé si contarán ya conmigo como espectadora (uuuuh!amenaza!).


Igual todo esto suena a pataleta tonta, igual no sólo suena a ello sino que lo es, pero es que una ya se ha llevado muchas decepciones televisivas y cinéfilas por culpa de la avaricia de algunos productores ¿O me vais a decir ahora que fui la única que se sintió engañada con el final de Cómo conocí a vuestra madre? En realidad ya sé la respuesta a esto: ayer mantuvimos un “duro” debate al respecto después de que mi mejor amiga y su marido se enfrentaran con el penoso último capítulo de la serie y desearan que fuera posible retroceder en el tiempo para recuperar las horas perdidas delante de la pantalla con la esperanza de revivir los momentos de risas que brindaba la serie en sus inicios. Digamos que de sus nueve temporadas, el humor va en claro declive a partir de la quinta y las tramas son directamente aburridas en las dos últimas. Y de ahí no me apeo por mucho que otro amigo intentara razonar con nosotros que al fin y al cabo nunca había sido la mejor serie del universo y que siempre había sufrido de ciertas irregularidades. Pero es que me da igual, al principio las bromas de esta pandilla de treintañeros me hacían partirme de risa y en los últimos años tenía que dar gracias si me hacían sonreír levemente. Esta lenta agonía podría haberse evitado si sólo se hubieran rodado cinco o seis temporadas (que ya  son unas cuantas).


Los ejemplos de series aquejadas de "chiclitis" son muchos y variados, por eso desde aquí hago un llamamiento a los señores productores de series USA y british (las que más consumo) para que se dejen de rollos y dignifiquen sus productos evitando extenderlos hasta el infinito con su consecuente pérdida de calidad y de interés por parte del espectador. Y para apoyar mi alegato recurro al maravilloso refranero español: “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”. O también: ¡No al chewing gum, sí a la calidad!


PS: Si alguien está interesado en camisetas con este slogan que se ponga en contacto conmigo.

martes, 12 de agosto de 2014

Super Fun Night

Esta semana estoy malita, y cuando eso ocurre lo único que me apetece es ver series que me hagan pasar el rato sin obligarme a pensar mucho. Comedias facilonas que me saquen alguna sonrisilla y no me suban la fiebre. Una candidata ideal para hacer más llevaderas mis horas de sofá y mantita (en pleno agosto, esto es grave) es esta sitcom americana creada, escrita y protagonizada por Rebel Wilson.


La trama es muy sencilla: tres amigas desde la infancia y compañeras de piso muy nerds deciden hacer sus noches de viernes (como el título indica) súper divertidas. Este cambio se produce en parte por el ascenso de la protagonista en su bufete de abogados, y obviamente da lugar a situaciones socialmente muy embarazosas por la falta de experiencia fiestera de las chicas.


Wilson interpreta a Kimmie, la abogada talla XXL, alocada y sin filtros pero llena de bondad y encanto inocente. Esto se aleja mucho de los papeles de secundaria basta y desagradable que consigue robar escenas a golpe de chistes de pedos y sobrepeso, a los cuales nos tenía acostumbrados la actriz australiana hasta ahora (pensad en La boda de mi mejor amiga, Unaboda de muerte o Despedida de solteravaya, a eso lo llamo yo encasillarse).


Sus compañeras de piso son Helen-Alice, una asiática empollona obsesionada con la limpieza y los gérmenes, y Marika una entrenadora machorra con su sexualidad poco clara. Por otro lado tenemos a los compañeros de bufete: Richard, el hijo del jefe guapo y encantador que conecta a la perfección con el humor infantil de Kimmie; y Kendall, la work bitch guapa y triunfadora que antepone el trabajo a todo lo demás. Curiosamente acabaran formando una pandilla de amigos bastante sólida.


Las relaciones amorosas entre personajes resultan harto predecibles y el humor es sencillo pero divertido, con toques surrealistas y mucha, muchísima vergüenza ajena. Los caracteres son estereotipos ya usados anteriormente en comedia, pero por una vez me gusta que las frikis sean ellas. Y además hay algún que otro cameo interesante.


Desgraciadamente, a pesar de haberse llevado el People’s Choice Award a nueva comedia de TV favorita, parece ser que no habrá segunda temporada. Pero ya sabéis, si estáis enfermos, de exámenes o bajoneros sin más, tenéis 17 episodios de despreocupación a vuestra entera disposición.

Nota IMDb: 6’4                                                                                                                   
Nota personal (quizás inducida por la fiebre): 7