Tras escribir nada menos que 50 entradas desde que empecé este pequeño e intermitente proyecto en 2014, me gustaría recordar que el propósito de mi blog nunca ha sido realizar una crítica profunda de las series más de actualidad, sino proponer diferentes opciones para esos tan temidos e inevitables momentos de: "¿Y ahora qué vemos?". Es por eso que nunca me adentro demasiado en la trama ni en la psicología de los personajes, simplemente ofrezco una visión general (una cata, ¿lo pilláis?) del argumento de la serie y lo que me parece destacable de ella sin entrar en demasiados detalles para no caer en el spoiler, ese mal de la era de internet.
Por ello, hoy propongo una comedia de la NBC que se presta perfectamente a maratones veraniegos o de fin de semana en el sofá, provocando carcajadas y vergüenza ajena a partes iguales. Si os animáis a verla, tendréis ni más ni menos que 188 episodios de 20-25 minutos por delante, divididos en nueve temporadas que empezaron en 2005 y acabaron en 2013. Vamos, que la serie está más que terminada, pero no por ser "vieja" ha perdido un ápice de su frescura.
Se nos presenta, en forma de falso documental, el día a día en una pequeña oficina de pueblo de la empresa papelera Dunder Mifflin. Apasionante, ¿verdad? Pues, aunque parezca mentira, así es. Quizá tenga algo que ver el hecho de que los trabajadores de esta empresa sean de lo más variopinto y aprovechen cualquier excusa, por absurda que sea, para no trabajar. Y el primero de ellos es el memorable jefe inútil por excelencia Michael Scott, interpretado por el archiconocido Steve Carell (también productor de la serie). En serio, este personaje me ha hecho sentir vergüenza hasta el extremo de tener que taparme los ojos y los oídos en más de una ocasión...y aún así tiene un huequito en mi corazón.
No sólo él, todo el personal de la oficina: administrativos, comerciales, contables, etc tienen una personalidad propia y sorprendente que se va desarrollando a lo largo no sólo de las nueve temporadas, sino de varios webisodios, ampliando las posibilidades de las tramas conforme vamos conociendo a unos personajes cuyas acciones y decisiones no rayan, cavan hondo en el humor absurdo, dándole una nueva dimensión al sentido de la palabra "ridículo". Hay romances, rupturas, bromas, negocios que fracasan, ideas estrafalarias y todo tipo de situaciones en las que se sobrepasa, de largo, la línea de lo políticamente correcto. Y aun así les coges cariño a todos, por raritos o psicópatas que resulten.
Aunque no siempre los remakes son buenos, esta versión americana de la comedia británica del mismo nombre, creada por el humorista Ricky Gervais, logró tener incluso más éxito que su predecesora, ganando dos premios Emmy a mejor serie comedia y mejor dirección, y un Globo de Oro al mejor actor para Carell, entre otros muchos premios. Y además, si finalmente decidís verla, se abrirá ante vosotros todo un mundo nuevo de memes y GIFs hilarantes para comunicaros con vuestros amigos sin necesidad de palabras. ¿Se puede pedir más?
Calificación en IMDb: 8'8
Mi calificación: 9