Voy a dejar mi frappuccino de Starbucks
a un lado y calarme bien mis Rayban sin cristales para escribir en mi MacBook Air
Pro que: yo ya me leí los libros de Canción de Hielo y Fuego antes de que
fuesen mainstream. Y me fliparon (ya se me ha pasado la mordedura de hipster).
Me fliparon mucho. Muchísimo. Mis
amigos frikis llevaban años hablándome de ellos pero nunca pensé que realmente
pudiera engancharme tanto a una saga de fantasía. Pero es que no es sólo
fantasía. El bueno de George R. R. Martin ha creado todo un universo de
inspiración medieval donde se dan todo tipo de intrigas palaciegas y donde la
magia se va mezclando poco a poco con la épica.
No voy decir que me gustan todos los tomos sin
excepción (mis favoritos son el primero y el tercero), pero hay que reconocer
que a pesar de los altibajos, nos encontramos ante una saga muy bien escrita e
hilada, lo cual tiene mérito con la ingente cantidad de personajes que se nos
presentan a lo largo de la trama. Es fácil perderse, confundir caracteres o
incluso olvidar personajes. Pero da igual, todos sabemos que no puedes
encariñarte de nadie porque antes o después Tito Martin se lo cargará.
Al principio me cabreaba mucho viendo
la serie ¿Por qué se inventaban personajes? ¿Por qué otros no aparecían? ¿Por
qué casi todas las secuencias inventadas eran de sexo, si de eso en los libros ya
hay en cantidad? Pero con el tiempo comprendí que adaptar una serie tan
compleja a la televisión es una ardua tarea, que la HBO estaba haciendo un increíble
trabajo de producción y que lo mejor para mí y para mi úlcera era tomarme
libros y serie como productos independientes pero relacionados. Y además
productos de calidad: cada capítulo de la serie cuesta alrededor de 7 millones de dólares, las localizaciones han sido escogidas a lo largo y ancho
del globo, tiene un 9’5 en IMDb y ya ha recibido numerosos galardones en
distintas categorías.
Para no spoilear sólo os contaré
que se trata de una serie de televisión de fantasía medieval, drama y aventuras
cuya trama se centra en tres líneas argumentales fundamentales: las violentas
luchas dinásticas entre varias familias nobles por el control del Trono de
Hierro del reino de Poniente; la creciente
amenaza de unas misteriosas fuerzas oscuras más allá de un inmenso muro de hielo
protector; y el viaje desde las tierras salvajes del este hasta Poniente de la heredera
por derecho de sangre al trono.
Conclusión: tenéis que
ver la serie. Y si podéis, tenéis que leer los libros. A poder ser, leer antes
de ver, porque a veces los guionistas mezclan en la trama capítulos de libros
distintos y eso puede despistar mucho. Ahora mismo por ejemplo acaba de
finalizar la cuarta temporada, supuestamente la segunda parte del tercer libro aunque con toques del quinto (jarl). Además es muy difícil que no te spoileen en las
numerosas redes sociales; mantenerse virgen de información es complicado hoy en
día y más con toda la red llena de memes y parodias como ésta (tranquilos, es spoiler free). Por eso, no voy a decir nada más sobre la historia ni sobre sus personajes. Sólo recordad que: "Winter is coming".
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